FURIA DE TITANES
estreno el 31 de marzo


domingo, 20 de mayo de 2007

"PIRATAS DEL CARIBE: EN EL FIN DEL MUNDO"

¡AL ABORDAJE!

Sinopsis: Con el Holandés Errante y su anterior capitán Davy Jones en su poder, Lord Cutler Beckett se dedica a destruir los barcos del almirante Norrington. Mientras tanto, Wil
l Turner (Orlando Bloom), Elisabeth Swann (Keira Knightley) y el capitán Barbossa (Geofrey Rush), se desesperan por reunir a los Nueve Lores de la Corte de Brethren, los únicos que pueden ayudarles a derrotar a Beckett. Pero sin Jack Sparrow (Johnny Depp) nada pueden hacer. Por ello viajarán hasta Singapur y se enfrentaran al temible pirata Sao Fen (Chow Yun Fat) para conseguir las cartas de navegación que les permitan llegar al fin del mundo y poder salvar al indefinido e indefinible Sparrow de las garras de la muerte.

Llega esta semana a nuestras pantallas una de las películas más esperadas de éste año, junto con “Spider-Man 3” y “Harry Potter 4”, convertida ya de antemano en una de las franquicias más rentables de todos los tiempos. Y lo es, no tanto por su gran calidad fílmica, que no la tiene, sin
o más bien por la repercusión que ha tenido socialmente. Su productor, Jerry Bruckheimer, jamás llegó a imaginar que alguna de las entregas de la serie basada en la atracción de un parque temático, pudiese llegar a convertirse en una producción supertaquillera, pero así fue. La segunda entrega, “El Cofre del Hombre Muerto”, recaudó más de 1.000 millones de dólares en todo el mundo, convirtiéndose de este modo en la tercera película más taquillera, hasta el momento, de la historia del cine, casi el doble de lo que recaudaron con la primera parte de la saga.
Con esta perspectiva, cualquiera no se atreve con una tercera parte. Y así lo han hecho. En “Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo”, ya se prevé superar el éxito de la segunda entrega. Pero, hay que decirlo, no esperéis que mejore –como tampoco lo consiguió la
segunda parte– el nivel de la primera entrega. Tal vez por haber sido realizada con mayor precaución y enorme interés, “La Maldición de la Perla Negra” supuso todo un golpetazo para un género (el de los piratas) que se encontraba en franca decadencia desde hacía prácticamente una década. El último ejemplo –malo, diría yo– del que tenemos constancia fue “La Isla de las Cabezas Cortadas” (1995), un estrepitoso fracaso de Renny Harlin con el que debió perder un ojo de la cara (chiste fácil, lo sé, pero la culpa es suya).
Pero seamos sinceros: aunque“En el Fin del Mundo” puede parecer un divertimento por el que merezca la pena pagar unos cuantos euros, no se engañen. Sus casi tres horas de duración, a pesar de toda la acción que posee la cinta, llegan a hacerse eternas, especialmente al principio y al final de la película, donde los devaneos mentales de los guionistas llegan a ser insufribles en su intento por hacernos creer que la historia está dotada de un complejo entramado perfectamente calculado para que encajen a la perfección todas las piezas de un puzzle que no es sino una escombrera encajada a duras penas como mejor han sabido.
Los efectos especiales no aportan nada nuevo, aunque no por ello dejan de ser espectaculares, y suponen uno de los pocos encantos del filme, dirigido más al divertimento que a un digno intento por salvar un género
que hace mucho tiempo que ha caído en desgracia.
Sólo se salvan de la quema las espectaculares y muy bien coreografiadas escenas de acción, imprescindibles en toda buena película de piratas que se precie, el formidable personaje que ha creado Johnny Depp, a medio camino de ningún lado y de todas partes, con una personalidad tan propia que salva cualquier arquetipo que pudiéramos tener en la cabeza al pensar en la figura del pirata, y la partitura de Hans Zimmer, que ha logrado superarse a sí mismo en ésta nueva (que no última entrega).
En definitiva, si no tienen más remedio, lleven a sus infantes al cine, pero si van solos, háganlo también durante la sesión vespertina. Así no se dormirán tan fácilmente.