FURIA DE TITANES
estreno el 31 de marzo


lunes, 15 de diciembre de 2008

"ESPECIAL DRÁCULA (1958)"

50 ANIVERSARIO: DRÁCULA VUELVE DE LA TUMBA


Fue el título de la tercera de las siete películas en que el inmortal Christopher Lee se metió en la piel del famoso y sanguinario conde, pero nos viene al dedillo para hablar de un momento especial para los amantes del cine de terror. 50 años han transcurrido desde que la productora británica Hammer nos presentara al que sin lugar a dudas ha sido la mejor interpretación del conde Drácula que jamás ha visto el celuloide. Vanity Films lo celebra lanzando por fin en DVD esta joya del séptimo arte, y lo hace en su colección “Leyendas del Cine”, que sale a la venta en exclusiva para la FNAC.

Algo que muchos desconocen, es que fue un español quien fundó en 1934 la
Hammer Films. Se llamaba Enrique Carreras, un empresario afincado en Londres que se dedicó a realizar producciones de bajo presupuesto que no llegaron a rebasar las fronteras del Reino Unido. El salto se produjo a mediados de los 50, con el estreno de “El experimento del doctor Quatermass” (Val Guest, 1955). Con ella, el cine de terror dio un salto cualitativo importante. De hecho, la censura británica estableció un nuevo tipo de clasificación para los llamados “horror films”, pasando de la clasificación “H” a la “X”. Nada de esto logró disminuir el éxito de la Hammer, que comenzó de este modo una nueva andadura que lograría establecer los nuevos parámetros del cine de terror, y que en cuestión de pocos años cambiaría por completo tanto el género como el concepto que se tenía de él.
Este éxito hizo pensar a la productora británica en una posible revisión de los grandes clásicos del terror, como lo eran Frankenstein, Drácula, la Momia o incluso el Hombre-Lobo
, por lo cual tuvo que enfrentarse a la Universal en un pequeño conflicto legal para no hacerse eco de ciertos aspectos que se habían convertido en un icono para la productora estadounidense.
El siguiente salto fue aún más audaz: rodar una película de terror en color, algo totalmente nuevo y conceptualmente inconcebible en aquella época. “La maldición de Frankenstein” (Terence Fisher, 1957) unió a Peter Cushing, Christopher Frank Carandini Lee (Chrisopher Lee para nosotros) y al director Terence Fisher por primera vez en la gran pantalla. El éxito de esta cinta, inauguraría para los tres una fructífera relación durante los años venideros. El propio Lee es consciente de ello al afirmar: “Peter Cushing y yo hemos hecho ta
ntas películas de terror, que la gente cree que vivimos juntos en una cueva”.
Fue apenas un año más tarde cuando se estrenó el que es sin duda el mayor de los clásicos de la Hammer, y un referente fundamental para el cine de terror universal: “Drácula” (Terence Fisher, 1958) vuelve de la tumba desde que fuera interpretado por Bela Lugosi para la Universal, en el film de Tod Browning de 1931.
Fue un proceso difícil, dado que lo que pretendía originariamente la Hammer era adaptar la famosa novela de Richard Matheson, “Soy leyenda”. La censura británica le había puesto excesivas pegas al guión de “Th
e night creatures” (así iba a llamarse), que fue escrito por su propio autor, y ante tanto inconveniente acabaron desechando la idea. Así fue como la Hammer, empeñada en filmar una película de vampiros, se fijó por fin en Drácula, mientras que Matheson acabaría consiguiendo que filmaran su guión algunos años más tarde, con “El último hombre… vivo” (Sydney Salkow, 1964).
La presentación de “Drácula” en Estados Unidos bajo el nombre de “Horror of Dracula”, evitó cualquier conflicto legal con la Universal, mientras que en España tuvimos que esperar un año más para poder verla en cines.
“Drácula” aporta docenas de cosas al panorama del terror, y a la propia historia del cine, vista ahora en perspectiva, convirtiéndose de este modo en un punto de inflexión que ejercita como eje entre el cine de terror clásico y el contemporáneo.
En lo que respecta al personaje del conde, le confiere un erotismo salvaje nunca antes visto, y que no ha vuelto a verse en ninguna otra adaptación al celuloide. El erotismo implícito en sus mordiscos posee una tesitura casi orgásmica, convirtiendo el pecado en un tentador placer para sus víctimas. El propio Fisher le indicó a la actriz Melissa Stribling, que debía interpretar “como si acabase de vivir un gran éxtasis sexual”. Esa mezcolanza entre hombre y bestia, oculta tras la nobleza de su siniestro porte, le convierte a los ojos de la crítica de un modo casi unánime en el mejor conde Drácula que ha tenido la gran pantalla (a pesar de que, como adaptación de la novela, deja que desear). A este mérito hay que añadir, como curiosidad, que Christopher Lee aún figura en el Libro Guiness de los records como el actor que ha intervenido en mayor número de películas (incluso más que John Turturro, fíjate).
Sin embargo, la aportación más importante de esta película es la incorporación del color. La sangre debe su pureza casi insultante al magnífico empleo del color, que le proporciona vida propia, y que resalta especialmente gracias a unas muertes explícitas, casi dolorosas, a golpe de estaca. Ese uso magistral del color, combinado con una iluminación verdaderamente formidable, y unos decorados austeros pero perfectamente logrados, hacen de “Drácula” un auténtico ejemplo a seguir por todos aquellos cineastas –y cinéfilos– que amen el género del terror.
El éxito de “Drácula” provocó una larga lista de películas sobre el conde, algunas con mayor fortuna que otras, que prolongaron su reinado hasta el estreno de la última película de la Hammer sobre el conde Drácula, “Kung-fu contra los siete vampiros de oro” (Roy Ward Baker, 1974), un auténtico cult movie donde los haya.
Ahora Vanity Films nos brinda la oportunidad de disfrutar de “Drácula” en formato DVD en todo su esplendor y colorido. Aunque eso sí, sin un mísero extra.