FURIA DE TITANES
estreno el 31 de marzo


martes, 15 de abril de 2008

"LAS RUINAS"

EL HORROR EN LA SELVA

Sinopsis: Cuatro jóvenes norteamericanos que se encuentran de vacaciones en Cancún, son invitados por Mathias, un turista alemán, para ir a ver a su hermano Heinrich a unas ruinas en las que está excavando la actual novia de éste. Lo que e
mpezará siendo un fabuloso descubrimiento de una pirámide maya en medio de la agreste selva, acabará siendo una inesperada lucha por salvar sus propias vidas.

A pesar de los muchos símiles sugeridos entre “Las ruinas” (Smith, 2008) y “Turistas” (Stockwell, 2006) –por aquello de los jóvenes turistas americanos que las pasan canutas en un país sudamericano–, lo cierto es que, por suerte, poco tiene que ver con ella.
“Las ruinas” es una adaptación de la novela homónima de Scott B. Smith (responsable también de la magnífica “Un plan sencillo”), que él mismo ha guionizado para la g
ran pantalla. El planteamiento que nos propone, sencillo de principio a fin, se torna claustrofóbico y asfixiante a pesar de que casi todo el metraje transcurre íntegramente en exteriores. Tiene un aire clásico que nos recuerda a películas atemporales como “La Cosa” (Carpenter, 1982), “Blob, masa mortal” (Yeaworth, 1958) o incluso “Alien, el octavo pasajero” (Scott, 1979), salvando las diferencias, claro está, dado que a estas alturas resulta ya muy difícil sorprender al espectador con nuevos miedos.
Aun así, hay que decir a favor de ella que retoma con gracia ciertos arquetipos del terror clásico, horror
es que ya en su día nos sugirieron autores como H.P. Lovecraft, Robert Bloch o incluso Stephen King, y que gracias a su propio carácter materialista dejan de parecernos imposibles. Smith se limita a plantearnos la existencia casi secreta de un horror ancestral de procedencia desconocida, algo tan primitivo y salvaje como la propia naturaleza en la que se oculta. Luego lo reviste de situaciones límite, pinceladas al estilo gore en ocasiones, pero sin caer en la banalidad o la simpleza.
Nos encontramos pues ante una cinta interesante y fresca, donde tal vez lo único que se eche de menos son dos cosas: por un lado, la presencia de personajes un
poco más sólidos, más elaborados, que logren transmitir al espectador la verdadera tragedia de sus circunstancias; por otro lado, el desarrollo de un final mejor, más elaborado, que hubiera logrado redondear el film, y que sería consecuente con la posibilidad casi apocalíptica que se está planteando a lo largo de toda la cinta, y que parece obviarse en los últimos minutos del metraje, en favor de la más que manida y excesivamente sobada sugerencia de una posible secuela.