FURIA DE TITANES
estreno el 31 de marzo


jueves, 4 de marzo de 2010

EL OLVIDADO Y DIABÓLICO DR. FU MANCHÚ

ESPECIAL FU MANCHÚ

Uno de los personajes malvados más fascinantes y desconocidos del cine fantástico y de aventuras, es sin lugar a duda el de Fu Manchú. Por desgracia, también es sin lugar a dudas uno de los más desconocidos entre las nuevas generaciones de lectores y espectadores. Sólo los cinéfilos más avezados reconocerán al malvado Dr. Fu Manchú en el rostro de Boris Karloff primero y Christopher Lee más tarde. Pero la verdad es que Fu Manchú ha sido un personaje que ha poseído tantas caras como las que él mismo profesa tener en sus diabólicos planes.

Fu-Manchú nació de la mano del escritor británico Arthur Henry Sarsfield Ward, que se dio a conocer como escritor bajo el pseudónimo de Sax Rohmer. Prolífico autor de novelas policíacas y de aventuras, se consagró gracias a la creación de este magnífico y perturbador villano en la novela titulada “The Mystery of D
r. Fu Manchú”, convertida en serial entre los años 1912 y 1913, y que cosechó un enorme éxito de audiencia. En ella, Sir Denis Nayland Smith y el Dr. Petrie se enfrentaban a un ser despiadado cuyo objetivo no era otro que acabar con la cultura occidental y someterla. A ese ser se le conocía bajo el sobrenombre del “Peligro Amarillo”.
Nunca quedó muy claro si Fu Manchú era chino, a pesar de las obvias caracterizaciones que se le han atribuido. Si queda bastante claro, sin embargo su origen oriental, a juzgar por el texto más esclarecedor en descripciones que nos legó Sax Rohmer, y que dice así:

“Imagínate una figura clásica de mandarín chino; un hombre de alta estatura; delgado, de miembros recios, felino en sus actitudes y movimiento
s, con un entrecejo como el de Shakespeare y un rostro de expresión verdaderamente satánica. De su cráneo afeitado pende la coleta tradicional de los hijos del «Imperio Celeste». Sus ojos tienen el fulgor magnético de los ojos de la pantera.”

"The Mysterious Mr. Wu Chung Foo--A Feature That Will Appeal To All Movie Fans” (1914), fue la primera aparición de Fu Manchú en el celuloide, a través de un serial de cuatro capítulos, aunque se le cambió el nombre por una cuestión de derechos. Pero habría que esperar hasta 1921 para ver “The Yellow Claw”, la primera película en que se hace mención explícita a la obra de Rohmer –a pesar de que su protagonista se llame Mr. King, en lugar de Fu Manchú–. Hasta entonces, todo fueron seriales de varios capítulos –“The Mystery of Fu Manchú” (1923) y “The Further Mysteries of Fu Manch
ú” (1924) – en los que sería Harry Agar Lyons el encargado de interpretar al siniestro oriental.
En 1929 llegaría “T
he Mysterious Dr. Fu Manchú”, con Warner Olano metido en la piel del siniestro oriental, el primer largometraje en el que aparecería con su nombre literario. Este film tiene el aliciente de ser, además el primero de Fu Manchú de la era del cine sonoro.
Luego vendrían “The Return of Dr. Fu Manchú” (1930) y “Daughter of Dragon” (1931), ambas interpretadas también por Oland.
Será finalmente “La Máscara de Fu Manchú” (1932) la que le otorgue mayor popularidad al personaje. La aparición de Boris Karloff en el papel protagonista, tras el éxito cosechado en “Frankenstein” (1931),
supuso el relanzamiento definitivo a la fama del personaje de Rohmer en la gran pantalla. Pero al contrario de lo que pudiera parecer, este largometraje no sirvió para promover más secuelas del personaje, sino para catapultarlo al estrellato a través de un serial de 15 episodios que sumaban un total de 269 minutos de duración, titulado “Drums of Fu Manchú” (1940), interpretado por Henry Brandon, y que sería retomado en forma de largometraje con el mismo título en 1943.
Había u
n proyecto para un segundo serial titulado “Fu Manchú strikes back”, para ser lanzado en 1942, pero la situación en la Segunda Guerra Mundial y la presión de los aliados chinos sobre el gobierno estadounidense, obligó a posponerla indefinidamente hasta que, finalmente, quedó relegada al olvido.
El personaje quedaría entonces sumido en un largo y profundo periodo de olvido hasta que, en 1965, el productor británico Harry Alan lo retomara poniéndole esta vez el rostro más conocido de cuantos han interpretado a Fu Manchú: Christopher Lee.
El que fuera el conde Drácula hasta en nueve ocasiones –“Drácula” (1958), “Drácula, Príncipe de las Tinieblas" (1966), “Drácula vuelve de la tumba” (1968), “El Conde Drácula” (1970), “El poder de la sangre de Drácula” (1970), “Las cicatrices de Drácula” (1970), “ Los ritos satánicos de Drácula” (1973), “Drácula 73” (1973) y la triste comedia francesa “Drácula, padre e hijo” (1975)–, protagonizaría en cinco ocasiones al Dr. Fu Manchú, inaugurando esta etapa con “El Regreso de Fu Manchú” (1965). El gran éxito y la expectación generada por la película y el regreso del mítico villano, propició automáticam
ente su continuidad en el rol. Así pues, a ésta la sucedieron “Las novias de Fu Manchú” (1966) y “La venganza de Fu Manchú” (1967) en la etapa británica.
En su andadura por tierras españolas e italianas, con el declive de la productora Hammer, Lee se vio obligado a alternar el intento de supervivencia en el cine fantástico y de terror británico, con participaciones en tierras latinas. Así, de la mano de nuestro querido Jesús (o Jess, como prefiráis
) Franco, se metió de nuevo en la piel de Fu Manchú en dos ocasiones más: “Fu Manchú y el Beso de la Muerte” (1968) y “El Castillo de Fu Manchú” (1969). Al igual que sucedió con las películas de Drácula, las de Fu Manchú fueron perdiendo fuerza a medida que avanzaba la serie, hasta sumir a ambos personajes en una situación casi paródica, en una sombra de lo que fueron en otro tiempo.
Y, ¿qué hay de Fu Manchú en la actualidad? ¿Tiene cabida en el cine actual un personaje que lleva casi
cien años rodando por la gran pantalla? ¿Queda algo por explotar? ¿Puede tener sentido aún, en los tiempos que corren, un personaje malévolo cuyo único fin es dominar el mundo occidental y someterlo?
Hace tiempo, allá por 1998, Álex de la Iglesia prometió una nueva y gran película que retomaría al Dr. Fu Manchú, bajo la producción de Andrés Vicente Gómez, y que contaría en el papel protagonista con Antonio Banderas. Las desavenencias económicas de Banderas con el productor, le llevaron a rechazar el papel.
A fecha de hoy, seguimos sin saber nada más sobre su ambicioso proyecto. Tal vez ya va siendo hora de dar descanso a los malvados.

miércoles, 3 de marzo de 2010

VERTIGE

TERROR EN LA CUMBRE

Sinopsis:
Un grupo de amigos programan un reencuentro quedando para realizar una escalada en tierras croatas. Lo que en un principio parece una simple excursión aventurera, comienza a convertirse
en una pesadilla de vértigo, especialmente cuando descubren que no están solos en aquellos inhóspitos parajes.

El planteamiento que nos propone Abel Ferry en “Vértigo” (2010), es un fuego de artificio que parte de una presentación más que interesante, hacia un final que, al contrario que ocurre en los fuegos de artificio, acaba convirtiénd
ose en una amalgama de trivialidades y clichés más que tópicos que van perdiendo mecha a medida que nos vamos aproximando a los compases finales de la cinta. Pero hay que decir en su favor, que tuvo la suerte de ser elegida para abrir la 20ª Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, lo cual dice bastante a favor de ella. La puesta en escena brilla por sí sola por el mero hecho de haber sido rodada en unos espacios naturales verdaderamente sobrecogedores, y por si fuera poco, los planos y contraplanos que abundan a lo largo de todo el metraje, contribuyen enormemente a crear en nosotros esa sensación de vértigo y de sobrecogimiento que precisa la historia. Uno no puede dejar de acordarse de la impactante “Máximo riesgo” (Renny Harlin, 1993) al ver algunas escenas, pero “Vértigo” posee ese aliciente que es el saber que estamos contemplando paisajes reales al cien por cien, sin aditivos digitales ni falsos trasfondos.
La idea primor
dial de que puede ser una película teenager con tintes de road movie pero a gran altura, queda descartada apenas transcurridos los primeros minutos. Y todo por la elaboración de un implícito triángulo amoroso entre Guillaume, Loïc y Chloé, que contribuye a generar en el espectador esa extraña sensación de desasosiego, esa sospecha más que evidente de que algo malo va a suceder. Sin embargo, como ya había mencionado al principio, todo este planteamiento inicial va perdiendo fuerza mientras la va ganando otro factor mucho menos interesante y bastante más manido, hasta tal punto que la película acaba convirtiéndose en un sucedáneo rancio pero a gran altura de slashers actuales que han corrido mejor fortuna, como pueden ser “Wolf Creek” (Greg McLean, 2005) o “Eden Lake” (James Watkins, 2008).
En definitiva, una propuesta visualmente interesante y bien trabajada, pero lastrada con un último tramo y desenlace demasiado manidos, y supuestamente justificados con una coletilla final con visos de estar basada en hechos reales, pero que en realidad no deja de ser una tramposa dramatización más próxima al “what if”.

martes, 2 de marzo de 2010

JASON MOMOA SERÁ CONAN

YA HAY NUEVO CONAN

Este actor hawaiano de 30 años interpretó a Jason Ioane en la serie "Los vigilantes de la playa", y a Ronon Dex en "Stargate: Atlantis", y muchos dudarán sobre si es o no la mej
or elección para tomarle el relevo a Arnold Schwarzenegger. Desde aquí, me aventuro a deciros que sí por una serie de razones:

1-Posee un cuerpo musculoso y fibrado, aunque lejos de los excesos voluminosos.
2-Su ascendencia hawaiana le proporciona esa piel broncínea con la que definió Robert E. Howard a su héroe cimmerio.
3-Por otra parte, también posee ascendencia caucásica, tal y como delatan sus ojos verdes de mirada profunda y helada, casi como la mirada de un tigre, algo que también destacaba Howard de su personaje.
4-Sus 1'93 metros de altura son incluso superiores a los 1'85 del gigante bárbaro, y a buen seguro que le conferirán ese aspecto feroz que tanto le caracteriza.
5-Conan no es un personaje de gran complicación, sino un aventurero bárbaro con más fuerza que cabeza, por lo que no requerirá poseer un gran talento interpretativo, sino únicamente un aspecto brutal y temible y unas cualidades físicas aptas para llevar a buen puerto esta empresa.

THOR, EL PODEROSO (I)

NOS PREPARAMOS PARA LA LLEGADA
DEL NÓRDICO DIOS DEL TRUENO

Poca cosa se sabe aún sobre la película que adaptará al mitológico superhéroe de la Marvel a la gran pantalla, pero las noticias ya comienzan a llegar -aunque con cuentagotas- a través de todos los medios, especialmente de este en el que un servidor suscribe. Thor, el Poderoso, ya tiene un director encargado de hacerlo realidad y un actorazo consagrado que hará de su padre, el Todopoderoso Odín, Señor de Asgard y dios de dioses. Pero poca cosa más. El director será Kenneth Branagh -eso ya es seguro-, y el papel de Odín recaerá sobre el siempre soluble Anthony Hopkins -esto también lo es-. Con fecha reciente parece confirmada también la presencia del joven Chris Hemworth para el papel de Thor, y les ha faltado tiempo a algunos fans para hacer de las suyas con ciertos fakes -como el cartel de arriba- y simulaciones -ver la foto de la izquierda con Hemworth vestido del miembro de Los Vengadores-.
Y ya ni hablemos de su estreno, previsto en fechas varias en continua demora, y que la IMDb (Internet Movie Data Base), la más prestigiosa web de noticias cinematográficas, prevé para el 6 de mayo de 2011. Mientras tanto, y a falta de mayores datos, sólo decir que seguiremos informando.

lunes, 1 de marzo de 2010

"THE LOVELY BONES"

DESDE SU CIELO

Sinopsis:
Basada en la novela “Desde mi cielo”, de Alice Sebold, nos narra la trágica historia de Susie Salmon, una joven asesinada y desaparecida que contempla a su asesino y a su familia desde algún lugar a medio camino entre el cielo y la tierra. Susie se verá obligada a enfrentarse con un gran dilema: el de ver saciada su sed de venganza, o conseguir que su familia siga adelante con su v
ida sin ella.

Muchas son las crític
as negativas que por esta película ha recibido ya Peter Jackson, sobre todo en lo concerniente a la pésima adaptación que, al parecer, ha hecho de la obra de Sebold. Y digo al parecer, porque a pesar de que el libro se encuentra en las estanterías de mi biblioteca desde hace cosa de tres años, lo cierto es que jamás he tenido la ocasión de leerlo.
La comparan con “Más allá de los sueños” (Vincent Ward, 1998) por su posicionamiento plástico y su conceptualismo visual, y la tachan de thriller vespertino dominical, pero lo cierto es que Jackson
no engañó a nadie con lo que iba a ofrecernos.
Segurame
nte esas rasgaduras de vestiduras las hacen los mismos que no se las rasgaron cuando los elfos se unieron a los hombres en la batalla del Abismo de Helm, a pesar de que en la novela no sucedía nada similar. Y si no fueron ellos, tal vez fueron aquellos que tampoco se rasgaron las vestiduras con la historia de Aragorn y Arwen, pincelada brevemente en el libro y explotada con insistencia a lo largo de toda la trilogía de “El Señor de los Anillos” –que casualmente, y por si alguien aún no se había dado cuenta, también es de Peter Jackson–.
La elaboración a nivel artístico que nos ofrece “The lovely bones”, es tan sobresaliente como cabe esperar. Jackson juega con lo que tiene a mano de un modo premeditado y nada torpe, tocando las teclas sensibleras del espectador, y adentrándose en el estudio de la tragedia humana de un modo inteligente y fresco. En ese sentido, consigue que un actor tan soso como Mark Wahlberg logre transmitir la ira sobrecogedora de un padre a quien se lo han arrebatado todo. Consigue que empaticemos con una niña infantil en sus acciones y madura en la asimilación de sus consecuencias, y que entendamos el pesar de una madre que acepta lo sucedido con fría resignación desde el principio. Pero sobre todo, Jackson hace un trabajo excepcional con Stanley Tucci, que interpreta a un asesino frío y decidido al que estudia de un modo ejemplar, con unos planos elaborados a pesar de sus breves diálogos, en los que la mirada y las acciones, el comportamiento y el tempo perfectamente comedido de cada aparición suya, logran construir un personaje memorable, creíble y tangible, tanto en su inmundicia como en la cotidianeidad de su propia esencia.
Que podía haber hecho más, queda claro. Que pocos logran decir tanto de un modo tan breve y sincero, también.