EL ASESINO EN LA SOMBRA
Sinopsis: Tras formarse en el mítico clan Ozunu, Raizo se convierte en el asesino más despiadado que quepa imaginar. Desde niño, tras ser sacado de las calles y salvado de la mendicidad, Raizo aprende co

El director de esta sanguinaria y actualizada visita a la temática ninja, James McTeigue, nos sorprendió gratamente con su película “V de Vendetta” (2005), bajo el protectorado y promoción de los más que consagrados hermanos Wachowski. Ahora, el mismo tándem pretende repetir éxito pero con diferente fortuna, con una revisión del género de las películas de artes marciales ninja, que exhibe un exagerado y excesivamente videoclipero lifting visual y estético que, aunque pretende parecer actualizado, no puede evitar arrastrar el lastre de tantas y tantas producciones de los setenta y ochenta – e incluso alguna que otra de los noventa – a las que pretende hacer honor.

En ese sentido, parece claro que el rango del público al que pretende llegar McTeigue, es aquel comprendido dentro del tramo teenager, a quienes gratifica con litros y litros de sangre derramada en las numerosas escenas de virtuosa coreografía marcial, escenas ralentizadas al más puro estilo videoclipero, y otras pretendidamente aceleradas, con el único propósito de no darle al espectador ningún respiro salvo para ver, con la precisión diáfana que permiten los primeros planos, amputaciones de miembros, decapitaciones y cercenados varios que harán las delicias de la bestia oculta entre los amantes del gore de baja densidad.
La falta de un guión sólido o giro argumental mínimamente interesante que pudiera permitir añadir cualquier tipo de introspección o profundidad en la personalidad de sus protagonistas, McTeigue opta por establecer dos líneas de discurso paralelas a las que recurre frecuentemente entre el flashback y la línea argumental actual. En esos flashback, podemos comprender el monstruo en el que se convierte Raizo, y la dureza de las enseñanzas de su sensei, el siempre espléndido Sho Kosugi, que vuelve una vez más a enfundarse el ropaje ninja y subirse a un tatami, para las delicias de los fans del cine ninja y de las artes marciales en general.
Y entre tanta

Pero a pesar de todo, no hay que quitarle el mérito que posee la cinta, con una puesta en escena de los combates verdaderamente impactante, que no dejará indiferente a nadie, a pesar del uso un tanto exagerado y en ocasiones innecesario de los efectos digitales.