EL HÉROE PURITANO DE ROBERT E. HOWARD
Sinopsis: Basado en el personaje y los relatos de Robert E. Howard, la película nos narra la historia de Solomon Kane, un guerrero puritano del S.XVII que se ve obligado a combatir al mal en sus peores formas, con el propósito de redimir su alma.
Solomon Kane es un personaje completamente atípico, si atendemos al conjunto de los ciclos narrativos de fantasía heroica concebidos por el tejano Robert E. Howard. Lo es, no sólo por ser físicamente opuesto al archifamoso Conan de Cimmeria y al gran Kull de Valusia – e incluso a la guerrera hyrkania Red Sonja –, sino también por presentarnos a un personaje atípico, a un héroe puritano que lucha contra el mal por encima de su propio interés y gloria personales. A diferencia de los otros héroes de Howard, Kane está convencido de que es la “mano de Dios”, y de que su destino es acabar con el mal en la tierra en todas sus formas – entendido el mal como una fuerza superior que teje sus finas redes sobre los mortales –. Su aspecto enjuto y siniestro, pálido y melancólico, lo distancian enormemente del conjunto de la obra de Howard, quien le tenía un cariño especial – no en vano, Solomon Kane es el héroe sobre el que más relatos escribió Robert E. Howard,

Ha habido varios intentos por llevar a la gran pantalla a este personaje desde principios de los 90. La fascinación de algunos autores por él, les ha llevado incluso a plagiar el personaje, como fue el caso de “Van Helsing” (Stephen Sommers, 2004), al que le pusieron este nombre en lugar del de Solomon Kane dado que no lograron hacerse con los derechos del personaje. Digo esto porque puede que leáis u oigáis críticas que afirman frívolamente que “Solomon Kane” (Michael J. Bassett, 2009) es una burda copia de “Van Helsing”, críticas que manifiestan un claro desconocimiento de lo que es y significa el personaje en realidad. Dicho esto, solo cabe adentrarnos ya en los aspectos estrictamente fílmicos de la obra en cuestión.
Tal vez el punto más débil en todo este asunto, sea un guión falto de matices, plagado de personajes bastante planos pero que no desentonan en absoluto con la esencia de los personajes del mundo de Kane, que no son sino meros co

Exceptuando estos aspectos negativos, el resto es auténtica belleza digna del mejor cómic. No podemos seguir adelante sin mencionar la inmensa labor artística de Dan Lausten, a quien recordaremos con especial cariño por su trabajo como director de fotografía en películas como “El Pacto de los Lobos” (Christophe Gans, 2001), “La Liga de los Hombres Extraordinarios” (Stephen Norrington, 200

Mención a parte merece también el vestuario, muy acertado en lo que a su sincronía histórica se refiere, y bien elaborado en su apartado fantástico, pero siempre perfectamente solapado para que no se pueda vislumbrar nada que haga chirriar las diferencias de ambos planos dentro de una misma historia.
La elección de

Solomon Kane es una historia de aventuras a la vieja usanza, un estandarte que enarbola la esencia pura del género conocido como Espada y Brujería, y que inauguró precisamente su creador. Es una historia clásica del Bien contra el Mal, de la fuerza y voluntad humanas contra las presencias oscuras. Es una historia que debe ser entendida como lo que es, sin ningún tipo de pretensión más allá de la mera diversión, y del homenaje a un personaje, un autor y un género que llevaban largo tiempo olvidados.
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