FURIA DE TITANES
estreno el 31 de marzo


sábado, 20 de octubre de 2007

"INVASIÓN"

LA AMENAZA QUE VINO DEL ESPACIO

Sinopsis: Una extraña sustancia gelatinosa ha quedado adherida a los fragmentos de la nave Patriot al explotar mientras entraba en la atmósfera terrestre, resistiendo temperaturas extremas, pero el gobierno acalla rápidamente los rumores intentando en vano hacerse con todos los fragmentos diseminados. Mientras tanto, una extraña epidemia comienza a extenderse entre la población, y la psiquiatra Carol B
ennett comienza a sospechar que hay una extraña relación entre lo sucedido con la lanzadera, la epidemia y el comportamiento anómalo que alguno de sus pacientes ha comenzado a detectar en sus familiares más allegados.

Esta es la c
uarta adaptación de “La invasión de los ladrones de cuerpos”, la inquietante novela de Jack Finney que trataba de forma alegórica la pérdida de la individualidad, la deshumanización y alienación ideológica en las sociedades humanas modernas.
Primero fue una adaptación homónima (Don Siegel, 1956) en la que la productora obligó a Siegel a incluir un epílogo en el que lograban desmantelar la invasión. Lo peor de todo cuanto aportó, fue la pincelada anticomunista camuflada de macartismo con que Siegel dotó a su cinta, innecesaria en una historia cuyo metafórico mensaje ya tenía suficiente importancia por sí mismo.

Luego tuvimos “La invasión de los ultracuerpos” (Philip Kaufman, 1978). La aportación más importante respecto a la anterior, fue la invasión a gran escala, ambientada en una gran ciudad como es San Francisco, y subrayando de este modo el terror apocalíptico por encima incluso de la ciencia-ficción.
Nada aporta la tercera adaptación, la nefasta “Secuestradores de cuerpos” (A
bel Ferrara, 1993), que no merece mayor atención que el hecho de ser mencionada.
Tras el éxito de crítica
de las premiadas “El Experimento” (2001) y “El hundimiento” (2004), todos esperábamos algo más del prometedor director germano Oliver Hirschbiegel, máxime cuando las estrellas de su nueva película eran Nicole Kidman y Daniel Craig. Pero nos encontramos sólo ante un producto más para consumo multitudinario que no aporta casi nada desde el punto de vista creativo.
“Invasión” parece querer seguir la estela de las películas de zombies, cambiándolos a estos por alienados conciudadanos casi igual de descerebrados. La profundidad del tratamiento humano al que nos tenía acostumbrados Hirschbiegel, desaparece en esta cinta casi por completo, hasta tal punto que ni siquiera Kidman es capaz de transmitirnos un sentimiento de humanidad, de ansia incontenible ante lo que le está sucediendo, y perdiendo por tanto ese contrapunto que supondría el mantenimiento de la identidad humana como luz imperecedera frente a la deshumanización que se está sufriendo.
La acción gana puntos en esta adaptación, restándoselos al terror psicológico y perdiendo de este modo la fuerza narrativa que se podía esperar de un relato como éste, convirtiéndolo en poco más que un telefilme vespertino. El hilo narrativo, que comenzó con una silenciosa invasión de origen extraterre
stre, se convierte de pronto en una historia simplona que narra la lucha de una madre por salvar la vida de su hijo. Ni siquiera se percibe un atisbo de nerviosismo por parte de las autoridades, que parecen estar de vacaciones durante todo el metraje, y que, como en las peores películas, sólo aparecen cuando ya ha terminado todo.
Puede que la mejor aportación respecto a sus precedentes, sea ese final ambiguo y abierto, que deja en el espectador un sabor agridulce que sólo podía provenir del atrevimiento de un director europeo. Pero ahí acaba todo. “Invasión” no llega a inquietar en ningún momento, ni siquiera en sus asépticas persecuciones, y al no conseguir generar ningún tipo de sentimiento en el espectador tampoco deja lugar para la reflexión sobre la condición humana y la pérdida de la individualidad intelectual.

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