FURIA DE TITANES
estreno el 31 de marzo


sábado, 20 de octubre de 2007

"SAW IV"

OTRA PIEZA PARA UN PUZZLE MACABRO

Sinopsis: Puzzle está muerto, y también su aprendiz. Pero todo indica que con sus muertes, el macabro juego de Puzzle no ha hecho más que empezar. Mientras los agentes del FBI Strahm y Pérez colaboran con el agente de policía Hoffman en la investigación del último asesinato de Puzzle, el agente de los SWAT Rigg se verá obligado a participar en el último y macabro juego del famoso asesino, en el que tendrá que intentar superar una serie de temibles pruebas llenas de trampas relacionadas entre
sí, y que le llevarán por toda la ciudad en busca de dos de sus compañeros. Mientras tanto, las nuevas pistas que irán encontrando Strahm y Pérez les llevarán a interrogar de nuevo a Jill, quien fuera esposa de Puzzle.

Parece ser que definitivamente Darren Lynn Bousman se ha hecho con el poder en la dirección de la que sin duda está siendo una de las franquicias cinematográficas más rentables de esta década. Por suerte, le han apartado del guión después del pinchazo conceptual de la secuela de la ya mítica “Saw” (James Wan, 2004). Y es que el guión de “Saw III” (Darren Lynn Bousman, 2006) retomaba la historia justo donde terminó “Saw”, soslayando por completo la anterior secuela, y profundizando mucho más en el inquietante y enigmático asesino en serie llamado Puzzle.
“Saw IV” sigue al cien por cien el estilo y filosofía con que los productores cuñaron a la tercera entrega, pero imprimiendo un ritmo algo más frenético que queda remarcado por una banda sonora suave e inquietante, que apenas nos da algunos segundos de
respiro. Son especialmente impactantes los primeros quince minutos de película. Por un lado, porque presenciamos la autopsia de Puzzle, muy realista y tal vez demasiado “gore”. Por otro lado, porque nos plantean uno de los mejores juegos de toda la serie, con un par de desconocidos encadenados juntos, uno de ellos con los párpados cosidos y el otro con los labios, en una increíble secuencia que nos deja anclados a la butaca.
Pero sin lugar a dudas, lo más destacable de la película son los “flashbacks” que hacen referencia al ignoto pasado de Puzzle, a los orígenes mismos de un hombre corriente que se convirtió en un monstruo atormentado, narrados directamente por una fuente de primera magnitud como es su ex mujer, Jill. Y es especialmente remarcable dicho aspecto porque con ello se dota a este villano de una solidez inigualable, como no ha tenido ningún otro asesino del celuloide, ni siquiera por el archifamoso Hannibal Lecter.
Al otro lado de la balanza tenemos el testigo dejado por Puzzle, cada vez más enrevesado e increíble, que va pasando de mano en mano por los más variados personajes, sin que los guionistas se m
olesten en proporcionarles un mínimo de credibilidad, y que se limitan a convertirlos en meros comparsas de un juego con la muerte, que debe seguir porque sigue siendo rentable. Y justo por eso llama más la atención el contraste, por la enorme consistencia de la personalidad de Puzzle, y la visible falta de solidez y de motivación de los herederos de su macabra filosofía.
Por suerte, Puzzle es lo bastante enigmático, inquietante e imprevisible como para seguir insuflándole oxígeno a la serie, y sin duda sus productores ya están planeando atacar de nuevo con la que será la quinta entrega. La cuestión es, si podrán seguir manteniendo el nivel de las pruebas planteadas por Puzzle y sus secuaces.

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