FURIA DE TITANES
estreno el 31 de marzo


sábado, 15 de diciembre de 2007

"LA BÚSQUEDA: EL DIARIO SECRETO"

EL PRIMO FEO DE LARA CROFT

Sinopsis: El famoso cazador de tesoros Benjamin Franklin Gates, descubre esta vez un barco cargado de oro hundido en 1867 frente a las costas de Dry Tortugas, en Florida. Las iniciales de una pequeña cajita hallada a bordo indican que perteneció a Thomas Gates, un antepasado suyo. Su antepasado defendió la existencia de una conspiración para matar a Lincoln a cargo de una orden secreta conocida por el nombre de los Caballeros del Cír
culo Dorado, y que acabó siendo cometido por John Wilkes Booth. Thomas se encontró con Booth en una taberna horas antes del asesinato del presidente, y allí le propuso asociarse con el fin de descifrar un código secreto que les llevaría hasta la mítica ciudad de oro de Cíbola, cuyo paradero es desconocido desde hace siglos. Benjamín Franklin Gates tendrá que enfrentarse a esta nueva búsqueda, y a las calumnias que involucran a su antepasado convirtiéndole en uno de los hombres que asesinaron a Abraham Lincoln.

Si algo funciona, no lo toques. Esa parece haber sido la máxima con la que Jon Turteltaub ha afrontado la segunda entrega de las aventuras de Benjamín Franklin Gates, a juzgar por el resultado, el de un producto destinado claramente a la diversión navideña y el lucro personal de los implicados, desde Nicolas Cage, hasta la mismís
ima factoría Disney. Y es que en estas fechas, y ante tantas opciones, lanzar una película de esta índole es apostar a caballo ganador.
A medio camino entre Indiana Jones y Lara Croft, con menos estilo que aquel y menos gancho que esta, este aventurero de nombre tan poco comercial parece empeñado en instalarse definitivamente en el imaginario colectivo con esta secuela de La Búsqueda (Jon Turteltaub, 2004). Situaciones
rocambolescas, pruebas complicadas y mucha imaginación, son los elementos empleados por sus creadores para potenciar las deficiencias de un personaje que no llega a estar a la altura de los grandes aventureros de la pantalla, entre ellos, los anteriormente mencionados. Y todo ello combinado en un continuo espectáculo de deducciones, mensajes cifrados y mecanismos ocultos que parecen ser un cruce entre el Brain Training y los juegos de Tomb Raider, pero a los que le falta la elegancia minuciosa de un trabajo concienzudo y, sobre todo, mucha credibilidad.
En el plano de actores, además de repetir Nicolas Cage, Jon Voight y Harvey Keitel, la aparición de Helen Mirren en el papel de la madre de Gates, aporta un importante aditivo al film (está imponente, como siempre), así como la presencia del gran Ed Harris, que en esta ocasión ha aceptado un papel que le permite lucirse bien poco, al contrario de lo que ocurrió en la primera entrega de la serie con uno de los malos por antonomasia del cine, Sean Bean.

Bien resuelta a nivel de factura, la cinta exhibe ciertas secuencias que superan con creces a su predecesora, como los complicados planos de persecución por el centro de Londres. Por otro lado, la incredibilidad de ciertos aspectos, en contraposición al intento de rigor histórico que se pretende exhibir durante todo el metraje, le resta puntos a una película que no pasará a la historia por ser una de las mejores películas del género ni de lejos.
En definitiva, una producción al estilo más puramente hollywoodiense, más pretenciosa que sincera, pero efectiva a fin de cuentas, y que no desagradará en absoluto a los amantes del cine de aventuras, que podrán ir haciendo boca hasta que llegue la próxima Indiana Jones y, si el tiempo lo permite, la tercera de Lara Croft.

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