FURIA DE TITANES
estreno el 31 de marzo


lunes, 10 de diciembre de 2007

"LA ISLA DE LOS CONDENADOS"

GRAN HORMONA

Sinopsis: Nos encontramos frente a una nueva generación de reality show en la que la televisión no sacará tajada. A través de internet, cualquiera que tenga tarjeta de crédito podrá ver un espectáculo sin igual en el que diez condenados a muertes de diferentes cárceles del tercer mundo, se verán obligados a enfrentarse entre ellos a muerte hasta que sólo quede uno. Lo harán en una remota isla del Pacífico, y tienen treinta horas para hacerlo, si no quieren ver cómo explota el dispositivo que les han adherido al tobillo. Treinta horas para matar, o morir.

En 1979, un escritor completamente desconocido por aquel entonces sorprendió al mundo entero con una fascinante novela titulada “La larga marcha”, repitiendo éxito en 1982 con otra novela de ciencia-ficción de índole similar, “El fugitivo”, que más tarde sería destrozada en el cine por Arnold Schwarzenegger (Paul Michael Glaser, 1987). Aquel escritor se llamaba Richard Bachman. Todos querían saber qui
én era aquel desconocido al que la crítica ya había bautizado como el nuevo Isaac Asimov, y que presagiaba un mundo futuro en el que el espectáculo televisivo se convertiría en una especie de moderno circo romano. Al final resultó que aquel desconocido, no era sino el pseudónimo de uno de los grandes escritores de nuestro tiempo: Stephen King.
Ahora, casi veinte años después, nos encontramos con que la televisión ya ha comenzado a sufrir el grotesco cambio presagiado por el maestro del terror contemporáneo. Programas como “Gran Hermano” o “La isla de los famosos”, se cuentan entre aquellos con mayor índice de audiencia, y los reality show, sean de la índole que sean, campan a sus anchas por las diferentes cadenas televisivas y por internet.
Por eso tenemos
ante nosotros “La isla de los condenados”, un calculado producto que alza su voz para criticar, no a aquellos que elaboran dichos programas, sino a los que contribuyen a que sigan apareciendo como espárragos en época de lluvias. Coproducida por la World Wrestling Association y encabezada en el reparto por el wrestler Steve Austin y el exfutbolista británico Vinnie Jones en papeles antagónicos, el menú contiene testosterona y escotes pronunciados a partes iguales para satisfacer a todo el mundo, violencia para los amantes del género y crítica constructiva para sus detractores, todo ello mezclado convenientemente en una cinta algo por encima de la media.
No hay mayo
r aspiración en ella que la presentada a lo largo de todo el metraje donde, mientras Austin luce músculos y piedad por doquier, se nos plantea una duda razonable sobre la legitimidad de nuestros actos, sobre nuestra contribución en estos espectáculos y en la deformación que está sufriendo la televisión –y el cine, no lo olvidemos–, que se ve abocada cada vez más a convertirse en un mero espectáculo degradante y degradado, lobotomizado y lobotomizante, exento de cualquier otra obligación que no sea la de dar a ganar dinero.
Mal que nos pese, esta película consigue al menos hacer una autocrítica bastante sólida y sincera, y poner en tela de juicio nuestra actitud como espectadores, poniéndose a ella misma como irónico ejemplo de toda esta degradación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario